De la búsqueda de la verdad concluí que no existe tal, sin embargo hay una certeza que modela todo lo previo a ella. La muerte es el punto final que cambia el sentido de todo lo anterior; de la vida. Y de muertes hay más que físicas, pues, aristotélicamente hablando, todo cambia y, entonces, todo acaba, todo muere. Es preciso tener presente, para no confundirnos ni con pasados ni futuros, que todo es pasajero y eso no cambia nada, salvo en la conciencia, que es donde la muerte hace acto de presencia, el resto sigue igual: la materia no se crea ni se destruye. Está en el darse cuenta.
Perdóname que sea tan sincera, pero no pretendas poseer nada más que este momento, que todo lo demás se lo lleva la corriente. La seguridad de un abrazo dura lo que alcanzan los cuerpos a plegarse. No supongas por ello que son falsos, es sólo que las verdades duran sólo un instante.